Seis años de crisis, 50.000 millones de euros reducidos en ingresos públicos, el PIB casi 10 puntos por debajo de la media de la UE. Estas son las cifras de la recesión económica que estamos viviendo y de la que no se ve prácticamente salida. El sistema fiscal que tenemos no funciona, eso está claro. Para Joan Sánchez Carreté la reforma fiscal es necesaria “En primer lugar, para poner orden en la normativa fiscal, téngase en cuenta que en el último cuatrienio -2009-2012- se han aprobado 193 normas tributarias por parte del Estado, a las que habría que añadir las aprobadas por las Comunidades Autónomas. En segundo lugar, para favorecer que la renta disponible de los ciudadanos sea mayor a efectos de recuperar el consumo”
Para las elecciones de 2015 el gobierno tal vez se plantee eliminar los descuentos fiscales que algunos productos básicos tienen, esto dejaría al país en una situación muy peligrosa. Para Joan Sánchez Carreté la consolidación de medidas de este tipo sería un hándicap muy importante para la referida recuperación del consumo, cuando parece que hemos entrado en una inflexión del descenso”. Lo único que sabemos es que necesitamos reformas para que los “bolsillos” de España vuelvan a llenarse.
Hace unos meses el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Europea volvieron a pedir cambios en el sistema de impuestos, sobre todo en una ampliación de la base fiscal.
El experto en temas financieros Sánchez Carreté señala que “convivimos con una serie de vacíos legales que dan opción a las empresas a evadir sus impuestos dentro del país”. Para Carreté el problema está en la falta de medios humanos para el control del cumplimiento fiscal. “La Agencia Tributaria ha reducido sus efectivos, en estos años de crisis, en un 10%, cuando lo coherente hubiera sido incrementarlos. Esto se suma a que cada vez es más normal que las empresas se expandan hacia el exterior con lo que sus impuestos van a parar a otros países.”
Otro de los cambios que el ejecutivo puede hacer es el de la subida del IVA, ya que la recaudación por este impuesto es de las más bajas de Europa. Una de las razones es que muchos productos tienen un impuesto del 4%, esto se suma a la economía sumergida que cada vez es más común en nuestro país.