Las energías renovables son fuentes de energía limpia, inagotable y cada vez más utilizadas a nivel mundial. Se distinguen de los combustibles fósiles en su variedad, potencial y abundancia de uso en cualquier parte del mundo, pero sobre todo en que no emiten gases de efecto invernadero, que causan el cambio climático, ni emisiones contaminantes.
Sus costos también han venido disminuyendo a un ritmo acelerado, lo que las convierte en una fuente de energía sostenible, mientras que la tendencia general de costos para los combustibles fósiles tiende a subir a pesar de la volatilidad actual de sus precios en el mercado mundial.
El desarrollo de energía limpia es vital para enfrentar el cambio climático y mitigar sus efectos más devastadores. La temperatura del planeta ha aumentado en un promedio de 0,85 ° C desde finales del siglo XIX. Mientras tanto, más de 1.100 millones de habitantes ( cerca del 18% de la población mundial) no tienen acceso a la electricidad.
Así mismo, más de 2.700 millones de personas (38% de la población) usan biomasa convencional para cocinar, calentar e iluminar sus hogares, lo que representa un grave riesgo para su salud. Una de las metas establecidas por las Naciones Unidas es alcanzar el acceso a la electricidad para todos los habitantes del planeta en 2030, un objetivo ambicioso que sólo podrá lograrse con el crecimiento sostenido de las energías renovables.
Impulso al crecimiento económico
Las energías renovables (ver acá) recibieron un importante respaldo de la comunidad internacional a través del Acuerdo de París firmado en la Cumbre Mundial sobre el Clima celebrada en la capital francesa en diciembre de 2015. con este acuerdo que ha entrado en vigencia este 2020, los países signatarios se comprometieron a reducir sus emisiones CO2 para frenar el aumento de la temperatura del planeta.
Para lograrlo es necesario avanzar hacia una transición a un sistema energético basado en tecnologías renovables que garanticen la sostenibilidad del planeta de cara a un nuevo siglo, se espera que para el 2030 la participación de las energías limpias y renovables alcance el 36% a escala planetaria, lo que además impactará positivamente en la economía, impulsando un crecimiento global.
Países como Uruguay han mostrado que es posible avanzar en la inclusión de las energías renovables, en 2019 esta nación sudamericana logró producir el 98% de la electricidad a partir de fuentes renovables, con un crecimiento sostenido de la energía eólica, que se encarga de proveer el 33,6% de la energía eléctrica de ese país, que ha logrado incluso exportar electricidad a países vecinos como Argentina o Brasil.
Energía limpia sin emisiones contaminantes
Las energías renovables son fundamentales para lucha contra el cambio climático, no emiten gases de efecto invernadero en los procesos de generación de energía, lo que las convierte en una solución limpia y viable para prevenir la degradación ambiental y garantizar la sostenibilidad del planeta.
Son inagotables, en comparación con los combustibles fósiles, cuyas reservas son finitas, las energías limpias son tan disponibles como el sol que las origina y se acoplan a los ciclos naturales, de ahí su nombre de energías renovables.
Esto las convierte en un elemento esencial para un sistema energético que se sostiene que permite el desarrollo del planeta sin arriesgar el futuro de las generaciones venideras.