Uruguay se ha convertido en las últimas décadas es uno de los países de mayor crecimiento económico y estabilidad social de la región, lo que le ha permitido perfilarse como un importante polo industrial que atrae una creciente cantidad de capitales destinados a la creación de nuevas empresas que buscan aprovechar las potencialidades y facilidades que ofrece este país a los empresarios.
Uno de los tipos de empresa que se puede constituir en Uruguay es la Sociedad Anónima (SA), una sociedad comercial cuyo capital está dividido en acciones; la responsabilidad de los accionistas de la empresa se limitan al valor en el mercado de las acciones suscriban con el capital aportado en dicha sociedad; es una de las opciones más empleadas por aquellos inversionistas que disponen del capital suficiente para emprender un negocio en Uruguay.
Ventajas y desventajas de las sociedades anónimas
Una de las principales ventajas de este tipo de empresa es que los socios tienen responsabilidad limitada, es decir sólo responden por el capital que aportaron a la empresa, esto implica que en ningún momento están en la obligación de responder con sus bienes para honrar deudas adquiridas por la empresa; los socios no tienen responsabilidad por las operaciones de la empresa.
Para fundar la empresa se requiere de al menos dos socios accionistas, los cuales pueden ser uruguayos o extranjeros y no necesitan residir en el país.
Se necesita de un capital social que asciende a los 18.000.000 de pesos uruguayos, sin embargo pueden aportar inicialmente entre un 25% y un 50% del mismo y alcanzar el 100% en un plazo máximo de dos años; si se trata de una sociedad abierta las acciones se pueden negociar libremente.
El Estado uruguayo ha generado una serie de políticas fiscales que otorgan beneficios a las sociedades anónimas en cuanto a pagos de impuestos sobre transmisiones patrimoniales, así como sobre actos jurídicos documentados.
Hay que considerar que en el caso de las sociedades anónimas no se puede realizar un aumento de capital, a menos que sea efectivamente pagado, esta condición es una limitante para la expansión de muchas empresas de este tipo.
Trámites necesarios para la constitución de la SA
Para constituir la sociedad anónima es necesario celebrar una asamblea de socios, en la cual debe estar presente un escribano público, en ella se debe establecer el nombre que llevará la sociedad, el monto del capital aportado por cada uno de los socios y la forma de repartir ganancias y asumir pérdidas.
Seguidamente es necesario inscribir o registrar la nueva SA ante los organismo públicos competentes, como por ejemplo la DGI, la Inspección General del Trabajo, el BPS y el Registro Público de Comercio. También es necesario que los estatutos de la sociedad sean evaluados y aprobados por la Auditoría Interna de la Nación.
Las sociedades anónimas, por su envergadura necesitan contratar empleados para desarrollar sus labores, por lo que se hace necesario contratar un seguro de accidentes laborales para los trabajadores con el BSE.
Cuando se constituye una sociedad anónima es necesario publicar en un medio de circulación nacional la noticia de su fundación.