El Marketing Digital o Marketing Online es un nuevo concepto de publicidad que se está arraigando fuertemente en los últimos tiempos, ya que resumen en gran parte todas aquellas acciones mercadotécnicas y comerciales que se aplican desde los años 90 cuando estalló el consumismo, pasando por la aparición de internet y en la actualidad, las redes sociales y los buscadores.
De la misma forma que existe el marketing en otros medios de comunicación como la radio, la televisión, la prensa, etc., desde esos comienzos hubo mucha gente que supo el valor futuro que tendría del medio digital. Desde aquellos momentos en los que aparecieron las revolucionarias páginas web, los foros, hasta las redes digitales, el marketing digital ha pasado por un radical, profundo y frentico cambio en lo que refiere a sus técnicas y herramientas desde el punto de vista de lo interno, así como también en las posibilidades que se le ofrece a los receptores desde un aspecto externo.
Por ejemplo, en los últimos 10 años, hemos sido espectadores de una evolución histórica de internet. Se ha pasado de un esquema en donde la parte central de la acción de marketing digital de las empresas era a lo sumo tener un sitio web, hasta el día de hoy en donde los principales actores del marketing de Internet son los propios usuarios, sus conversaciones y relaciones, entre ellos, con las empresas, con las marcas y sus productos.
He aquí donde ha empezado el cambio llamado la Web 2.0. Antes, en lo que se llamaba la Web 1.0 las empresas eran las únicas que generaban su contenido, haciéndolo en forma unilateral, dirigiéndolo hacia una amplia audiencia que consultaba el mismo sin casi capacidad de respuesta ni comentario, haciendo que todo se derive a un dialogo o como se dice en inglés un feedback insuficiente y sin mayores logros.
A lo sumo, las páginas Web 1.0, se limitaban a poner un catálogo online, algún teléfono o mail de contacto y nada más. En su momento ofrecieron una serie de ventajas, como por ejemplo la disponibilidad dentro de lo que es el marketing tradicional y el digital ya que era publicidad disponible en cualquier parte del mundo y las 24 horas del día, los 7 días de la semana.
Se podían actualizar contenidos, lograr textos e imagines integrados en la información corporativa de la empresa, incluyendo contenido multimedia, una cierta interactividad mínima pero que ya era superior al existente. Obviamente todo esto hoy en día ha quedado obsoleto por completo en términos de beneficio y eficiencia.