Un servidor virtual o máquina virtual es un espacio particionado dentro de un servidor físico, que replica la funcionalidad de un servidor dedicado. Los servidores virtuales se alojan generalmente en centros de datos externos o en la nube y utiliza hardware y recursos que son compartidos por las diversas máquinas virtuales alojadas.
Sin embargo, cada servidor virtual cuenta con recursos exclusivos y puede ejecutar un sistema operativo, por lo que actúa como una computadora independiente, permitiendo la realización de tareas específicas. Este nivel de independencia, evita que los servidores virtuales puedan afectar al servidor físico en que están alojados.
Funcionamiento de un servidor virtual
Para dividir el servidor físico en diversos servidores virtuales se emplea un software de virtualización, que se encarga de aislar el hardware, para permitir que diversos servidores virtuales compartan de forma efectiva los recursos del servidor físico, como procesador, memoria RAM, almacenamiento en disco y ancho de banda. Más información.
El software de virtualización funciona como el sistema operativo del servidor físico, se encarga de virtualizar los recursos del servidor físico, como CPU, memoria RAM, almacenamiento y conectividad, creando equivalentes virtuales para cada uno de estos recursos.
Además, proporciona a los servidores virtuales el aislamiento necesario para funcionar de forma independiente y les brinda una parte de los recursos virtualizados, los cuales son administrados desde el servidor virtual.
El aislamiento de cada servidor virtual de los otros alojados en el servidor físico, evita que se produzcan interferencias o conflictos entre ellos, aunque se ejecuten dentro de la misma máquina física. Si un servidor virtual presenta problemas o necesita de mantenimiento, no afecta a los demás servidores virtuales, ya que funciona de forma totalmente independiente.
Instalación del sistema operativo en el servidor virtual
A cada servidor virtual se le puede instalar su propio sistema operativo, los usuarios pueden instalar y configurar el sistema operativo que mejor se adecue a sus necesidades. El aislamiento permite que en un mismo servidor físico se pueden ejecutar diferentes sistemas operativos, lo que brinda un alto nivel de flexibilidad.
Asignación y gestión de recursos
La asignación de recursos virtualizados a cada servidor virtual se realiza por medio del hipervisor en función de las configuraciones definidas para cada servidor virtual, esto permite que a cada servidor se le pueda asignar una cantidad determinada de recursos en un momento dado. Lo que permite un alto nivel de escalabilidad y adaptabilidad a las cargas de trabajo de cada máquina virtual.
Interacción con el servidor físico
El hipervisor funciona también como el medio de comunicación entre los servidores virtuales y el servidor físico, se encarga de controlar la comunicación, garantizando que los recursos se distribuyan y utilicen de forma eficiente, lo que asegura un mayor nivel de funcionalidad del servidor físico.
Creación y migración
Una de las ventajas que ofrece la tecnología de virtualización es que permite que los servidores virtuales se puedan crear de forma rápida y sencilla. Igualmente, es posible migrarlos a otros servidores físicos que cuenten con hipervisores compatibles.
Este nivel de flexibilidad permite mantener un eficiente equilibrio de carga, que permite optimizar la distribución y uso de recursos. Así como la recuperación en caso de desastres.
Instantáneas y copia de seguridad
Los hipervisores incorporan funciones como instantáneas y copias de seguridad. Una instantánea es una función que permite capturar una copia completa de solo lectura del disco duro virtual en un momento determinado.
Se pueden crear en el momento que se enciende, apaga o suspende la máquina virtual, lo que facilita realizar una copia de seguridad, para realizar una reparación del servidor virtual o respaldar datos. Las instantáneas facilitan los escenarios de pruebas, la protección y recuperación de datos.