Los créditos directos se han convertido en los productos financieros preferidos de una gran número de personas por su facilidad de acceso, ya que permiten evitar las largas etapas de mediación y la gran cantidad de requisitos que exigen los préstamos tradicionales.
Estos productos financieros ofrecidos por diversas empresas crediticias nos evitan los procesos engorrosos, horarios de atención, entrevistas, largos formularios y una gran cantidad de copias de documentos, así como los tiempos de espera que por lo general se asocian a otros tipos de productos financieros, y que que cuando se necesita contar con el dinero en efectivo rápidamente resultan infuncionales.
Plataformas tecnológicas que facilitan el acceso a los créditos directos
Una de las ventajas de los créditos directos (click aqui) es que se apoyan en plataformas tecnológicas modernas que permiten hacer las solicitudes vía online bien sea desde una computadora, portátil, tablet o smartphone, muchas empresas crediticias cuentan también con sus propias apps que facilitan los procesos de solicitud a los clientes.
Estas nuevas tecnologías permiten un mayor acceso a los productos financieros y facilitan su acceso desde cualquier lugar y momento, ya que las plataformas están disponibles las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Las solicitudes se reciben vía online y se procesan de inmediato, sin que los clientes tengan que asistir a las oficinas de la empresa.
Incluso muchas de estas plataformas permiten que los usuarios puedan subir los documentos necesarios para la solicitud en formato digital, lo que facilita y hace más ágil el trámite. Igualmente la aprobación del crédito directo se hace vía online y el dinero prestado se deposita en la cuenta del cliente o éste puede retirarlo en efectivo en las oficinas de la empresa o en una red de pagos.
Pocos requisitos y rápida aprobación
Uno de los atractivos de los créditos directos, es que a pesar de ser considerados como un financiamiento tradicional, son muy pocos los requisitos que se exigen para su trámite y aprobación, generalmente sólo se necesita de la identificación personal (DNI – cédula de identidad o pasaporte) y una constancia de ingresos (recibo de pago o certificación de ingresos).
Incluso, en muchos casos pueden solicitarse únicamente con la identificación personal, la cual debe estar en buenas condiciones y en vigencia, por supuesto se necesita ser mayor de edad y algunas empresas limitan la edad máxima a los 80 años.
El monto de los créditos directos por lo general es menor al de otros productos crediticios, esto se debe a la rapidez de su aprobación y los mínimos recaudos que se exigen, lo que los hace un producto de alto riesgo. El monto aprobado se hace efectivo en muy corto tiempo.
Los créditos directos se pagan generalmente en cuotas mensuales, las cuales tienen un monto fijo que incluye el capital más los intereses aplicados, los cuales se rigen por las normativas legales vigentes. Las opciones relacionadas con el número de cuotas van desde los 3 meses hasta los 36 meses, no obstante, existen opciones de este producto crediticio que se cancelan en un mes.