Los pensamientos positivos, sentimientos nobles y opiniones que buscan generar críticas constructivas sobre los demás y sí mismos, fortalecen la autoestima. Es como una planta que hay que cuidar constantemente para poder levantarse cada día con buen ánimo y abordar la cotidianidad y los imprevistos con la mejor cara.
La autoestima hay que abonarla y regarla porque puede cambiar, especialmente si nos dejamos llevar por pensamientos negativos, guardamos sentimientos innobles o bajos y realizamos opiniones destructivas sobre nuestros semejantes y sobre nuestras vidas.
Pensar en positivo nos acerca a la felicidad, querer a la familia, la pareja y a los amigos con certeza genera bienestar y aumenta el equilibrio en la percepción que se tiene de sí mismo. Es como un ciclo natural que nos permite ver en los demás sus potencialidades, aumentar la autoestima y fomentar buenas relaciones sociales, familiares y laborales.
Reconocer las potencialidades –conozca más–
Es importante saber que muchas personas no reconocen, ni saben que tienen pensamientos negativos sobre sí mismos y todo lo que se haga para que tomen conciencia que lo que se piensa en positivo les genera buena energía, será favorable para su autoestima.
Para incrementar la autoestima hay que hacer conciencia de que pensar bien genera bienestar, prosperidad y tranquilidad. Explícale a los tuyos que pensar y sentir justamente promueve la armonía y la felicidad.
Los expertos y guías de la espiritualidad siempre indican en sus discursos, que hay que revisar las autocríticas para buscar el equilibrio entre las fortalezas y desventajas que tiene toda persona. Asimismo, recomiendan el buen hábito de reconocer todo lo positivo que se tiene para fortalecernos y para ir mejorando poco a poco las debilidades que todos podemos tener.
No hay fórmulas exactas para lograr el estímulo que permita pensar con mayor consideración sobre sí mismo, pero sí se puede ir alejándose conscientemente de los malos pensamientos que demuelen la autoestima para reafirmar los pensamientos agradables, con comentarios eficaces que nos transformen en más acertados, aptos y felices.
En otras palabras, para tener una autoestima adecuada hay que tener sabiduría para reconocer los esfuerzos que cada día nos acercan a cumplir metas sencillas, que son imprescindibles y que hacen la diferencia.
Identificar las fortalezas
Una manera de ir aumentando la autoconfianza clave en la autoestima, es hacer el ejercicio de enumerar al menos dos o tres fortalezas propias cada día, esto nos permite que no mostremos de acuerdo con todo lo bueno que se puede lograr, muchas veces sin darse cuenta y que sí nos proponemos se pueden alcanzar todos los objetivos y metas que se pueden proponer.
En contraparte, se pueden revisar los posibles errores que todos podemos cometer para observar qué pudo influir en que se tomara una mala decisión, lo que permite estar prevenido para próximas oportunidades y poder enmendarlos o en el mejor de los casos advertirlos.
Cómo se asuman los pensamientos y sentimientos, se puede sacar lo mejor de cada situación o dejarse abatir por las dificultades y no aprender de cada experiencia, en consecuencia hay que pensar bien para sentirse mejor y aumentar la autoestima.