Un atractivo que empieza a estar en las listas más dinámicas de viajes es la Montaña de los Siete Colores en Cusco, a cerca de cien kilómetros al suroeste de la ciudad de Cusco, que se conoce entre los oriundos de estas tierras como Vinicunca o Arcoíris.
Una montaña que se debe conocer
Como un espejismo, un regalo de la naturaleza o una obra realizada por manos de artistas, se presentan sus laderas y cubres teñidas por franjas de intensos colores que se divisan entre montañas. Se presenta el fucsia, turquesa, lavanda y hasta tonos dorados de roca que atraen cada día a más viajeros.
Un secreto bien guardado por descubrir
Las fotografías en las cumbres de Vinicunca en la municipalidad de Pitumarca, es un espectáculo que los turistas quieren sumar a sus colecciones de viajes, pese al clima intenso de esta montaña andina, con el frío propio de una altura de 5.200 metros sobre el nivel del mar. Un atractivo turístico (más información) que crece en interés internacional desde el año 2016 y sigue en incremento.
Montaña famosa de artesanos
Un arcoíris en la Cordillera de Vilcanota que llama cada vez la atención, según han comentado los habitantes de la comunidad de Pampachiri a medios nacionales e internacionales, quienes son artesanos y ven mejorar las ventas de sus suvenires con el aumento de las visitas de turistas a estas montañas.
La montaña siete colores es uno de los atractivos turísticos más comentado en las redes sociales y en publicaciones especializadas del sector turístico, donde ha llegado a ocupar parte de la lista de los cien lugares con más recomendaciones para conocer en las próximas vacaciones.
Montaña milenaria
La formación de la montaña multicolor se inició hace millones de años y es una muestra de la formación geológica de sedimentos marinos, fluviales y lacustres que esculpieron el cerro y lo tornaron con sus colores característicos y únicos.
Formación colorida esculpida en la roca
Es una montaña conformada por diferentes minerales que le dan sus tonos llamativos con una belleza propia de las mejores historias literarias, tanto por su singularidad, como por su belleza difícil de superar. Una meta que se alcanza con una caminata de un par de horas para luego llegar al mirador de esta especial montaña para deleitarse con un paisaje único y fotografiarlo.
Científicos locales explican que son sedimentos transportados por el agua que cubría la montaña y que datan de más de 65 millones de años y que formaron las rocas coloridas que se están formando desde los periodos terciario y cuaternario. También, informan que la montaña de siete colores se formó gracias al movimiento de las placas tectónicas elevaron los sedimentos.
La oxigenación de los minerales por la humedad presente en estas alturas, forjaron su erosión y le otorgaron sus colores llamativos, han explicado geólogos peruanos a medios internacionales que han dado a conocer la peculiaridad de esta montaña, como la BBC Mundo. Es un paisaje especialmente esculpido por la espectacularidad de la naturaleza con una franja de cada color.